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Artetsu Saria 2005
Arbaso Elkarteak Eusko Ikaskuntzari 2005eko Artetsu sarietako bat eman dio Euskonewseko Artisautza atalarengatik
Buber Saria 2003
On line komunikabide onenari Buber Saria 2003. Euskonews y Media
Argia Saria 1999
Astekari elektronikoari Merezimenduzko Saria
Edorta KORTADI OLANO
1. Panel Biográfico
2. Datos Biográfico
3. Primeros estudios
4. Certámenes y Concursos
5. París y Roma
6. Análisis de su Obra. Pintura y Acuarela
Catálogo de su obra:
Primer período: 1945-50
Segundo período: 1950-55
Tercer período: 1955-60
7. Diseño Gráfico. Ilustración y Carteles
8. Iconografía religiosa
9. Resumen y síntesis
1925. Nace en Oñati el 27 de Mayo de 1925. Hijo de Senén Arzuaga y Jovita Lasagabaster, bancario y ama de casa. El mayor de ocho hermanos: Miguel Angel, Arantxa, Javier, Mª Asunción, José Mari, Jesús Mari, Josefina, y, Mª Nieves.
1939-40. Primeros estudios con la pintora María Guinea, y después con su maestro Vicente Cobreros Uranga. Escuela de Artes y Oficios de Donostia-San Sebastián. Su afición a la pintura es algo innato, desde pequeño dibujaba bien.
1946, 48, y 50. Premiado en el Certamen de Artistas Noveles de Gipuzkoa.
1946. Primer premio de Acuarela. Certamen de Educación y Descanso.
1951 y 1953. Paris. Estancia junto con José Manuel Setién en Montmartre.
1952. Vitoria. Primera exposición en las Salas de la Caja de Ahorros. San Sebastián, Bilbao y Bayona. Exposiciones.
1953. Roma. Estancia junto con José Manuel Setién en la residencia de los Agustinos.
1953. Mar de Plata. Argentina. Exposición en la Galería de Mauricio Flores Kaperotxipi.
1955. Pamplona. Exposición con José Manuel Setién en la Sala Ibañez.
1957. Casado con Miren Izaskun Etxabeguren Artola, natural de Anoeta, el 16 de Agosto. Tuvo tres hijos: Maria Pilar, Arantza y Miguel Angel.
1957. Oñati. Abre Estudio Fotográfico en su villa. Estudios previos con Albrecht Schommer.
1957. Sevilla. Primer premio y medalla de oro en la XV Exposición de Educación y Descanso.
1960. Fallece a los 35 años en trágico accidente automovilístico.
1961. Exposición Homenaje aniversario.
2010. Oñati. Primera exposición Antológica.
Miguel Angel Arzuaga (Oñati, 1925-1960), “El paisajista de Oñati”, así lo denominó el artígrafo y pintor Flores Kaperotxipi1 a este pintor de la Gipuzkoa profunda, hoy casi desconocido, y al que el Ayuntamiento de Oñati trata de recuperar para la historia de la pintura guipuzcoana.
Su recuperación, parte de una conversación que mantuve hace un año con el gestor cultural de la villa Patxi Hipólito, a quien yo manifesté la falta de tradición plástica moderna de Oñati, y a la que me ha respondido, un tanto dolorido, con este envite: recuperar la vida y la obra de esta joven promesa de la pintura de la villa, muerto en trágico accidente cuando tanto prometía.
Lo cierto es que pocas son las referencias bibliográficas que hemos podido encontrar sobre Arzuaga a excepción de la de Flores Kaperotxipi, y a las que han seguido las de otros autores posteriores basándose en la misma: Luis de Madariaga (1971), Llanos Gorostiza (1980), y, Miguel Angel Marrodán (1981).2 En autores y tratados como los de Ana Mª Guasch, Juan Plazaola, y en el mío propio, no aparece ni se le cita. Sencillamente resulta desconocido. Pintores que le trataron y le conocieron, como María Guinea y José Manuel Setién, han fallecido y desaparecido. Por tanto queda la labor de trabajo de campo en el ámbito familiar, y en la misma obra que Arzuaga nos dejó, y que ha sido catalogada con esfuerzo y con mimo por su hija Mª Pilar y su marido Juan Mari Ibarrondo.3 (ÍNDICE)
Miguel Angel Arzuaga nació en Oñati el 27 de Mayo de 1925, en el seno de una familia euskaldun de clase media, formada por Senén Arzuaga, natural de Durango (Bizkaia), aunque desde niño vivió con su madre viuda en Urréjola-Oñati, fue un hombre polifacético, empleado del Banco Guipuzcoano, pasante en la Notaria Mocoroa, organista no titular de la parroquia, director del Coro parroquial, y tañedor de varios instrumentos, piano, violín... Su madre, Jovita Lasagabaster, natural del caserío Artabe (Aretxabaleta - Gipuzkoa), mujer seria, severa, e inteligente, dedicada a las labores de casa, hablaba y escribía muy bien en castellano, ambos tuvieron ocho hijos, siendo Miguel Angel el mayor de ellos.4
La gente que conoció al pintor lo describen como un hombre bueno, siempre con una sonrisa que le caracterizaba, de ánimo alegre, deportista y emprendedor, creyente y religioso, dispuesto siempre a colaborar en cualquier actividad cultural o social que se le requiriese: carteles de fiestas, ilustraciones de libros y revistas, trabajos para la parroquia. Además de la pintura, tenía otras muchas aficiones, la poesía, la música (que le venía de familia), el monte (al que había acudido siempre desde niño con su padre), el esquí que practicó junto a sus amigos Juanito Ibarrondo, A. Maiztegui, Alberto Schommer, Periko Oleaga, actividad que comenzó a practicar de forma totalmente autodidacta en las laderas de Arántzazu.
Hombre alto y estilizado, de buen porte y buen aspecto, se casó el 16 de agosto de 1957 con Miren Izaskun Etxabeguren Artola, nacida en el caserio Katategi de Anoeta, que fue a Oñati en 1952, con 18 años, para atender a su tio D. Miguel Etxabeguren, párroco de Oñati, y tuvo tres hijos: Mª Pilar, Arantza y Miguel Angel. (ÍNDICE)
Empezó a estudiar el bachillerato en el Colegio de los Marianistas de San Sebastián, hospedándose en casa de su tía Catalina, de la calle Bengoechea. En tercero o cuarto curso, aunque tenía buenas notas y el curso tuvo fama de ser el mejor de aquellos años (1939-40), se matriculó en las clases nocturnas de Pintura de la Escuela de Artes y Oficios, donde se encontró con un maestro que le ayudó mucho, Vicente Cobreros Uranga. Dejó el bachillerato y fue un discípulo destacado del profesor Cobreros.
Aquí, conoció a su amigo y compañero de viajes José Manuel Setién, también destacado paisajista de corte postimpresionista, que ha vivido casi hasta nuestros días. Y comenzó a trabajar en el Banco Guipuzcoano al lado de su padre, aunque esto no era de su gusto. Como en muchos otros casos, la inmediata postguerra no permitía vivir de la pintura, y había que tener un puesto fijo.
Pero ¿de dónde y cómo surgió en Arzuaga su afición por la pintura? ¿De dónde le viene su tendencia al dibujo y al color, su tendencia a plasmar su pueblo y su paisaje con una caja de pinturas y un caballete, que llevaba y transportaba a todas partes para hacer una pintura directa de corte y sintaxis postimpresionista?
Nada de extraño tiene que dado el medio cultural familiar, surgiera en él su afición por la pintura, como luego lo hará con la fotografía. Su afición a la pintura surgió como algo innato, desde pequeño dibujaba muy bien. Familia y amigos le ayudarían. Como le ayudaron también no poco la presencia y compañía de otros pintores como María Guinea, que dio lecciones a Miguel Angel y compartieron los mismos paisajes, y Vicente Cobreros, que le dirigió en sus primeros pasos:
“Oñate, además de un gran músico, como el Padre Madina, tiene dos pintores. Mejor dicho, una pintora y un pintor. Él, Miguel Angel Arzuaga. Los dos son sobre todo paisajistas. María Guinea, que nació con el siglo, dio lecciones a Miguel Angel, que vino al mundo en 1925, dirigiéndole después Cobreros Uranga. Luego París, Madrid y vuelta a Oñate a trabajar. Hace ya mucho que concurren a exposiciones importantes en San Sebastián, Bilbao, Bayona. Y Arzuaga expone también sus paisajes en mi galería de pintores vascos de Mar de Plata”.5
La relación de Arzuaga con Flores, la había establecido a través del Padre Madina y de su sobrino Periko Olega, amigo a su vez del pintor. Fue así como mandó bastantes cuadros a la galería de Mar de Plata (Argentina), preocupándose de poner nombre y precio a sus telas.6 También envió otra serie de cuadros a Nueva York por medio de los Padres Agustinos.
Algunos cuadros tenían el precio puesto. Alrededor de las 2. 000 pesetas, pero la verdad es que muchos los regalaba, y otros los vendía a un precio simbólico. Mucha gente le pedía cuadros, porque gustaban mucho, pero al decir de la familia, era difícil venderlos. (ÍNDICE)
Y durante los años 1946, 48 Y 50, Arzuaga se presentó a las Exposiciones de Artistas Noveles Guipuzcoanos, logrando en las dos primeras ocasiones el premio número 13, y el tercero en la última.
El año 1946 obtuvo el primer premio en Acuarela en el certamen de Educación Descanso, Parque del Retiro, y al año siguiente en la misma exposición el primer premio en Pintura al óleo.
El año 1952 expuso en solitario en Vitoria en la Sala de la Caja de Ahorros, y en 1955, junto con Jose Manuel Setién, en Pamplona en la Sala Ibáñez. El año 1957 le dieron el primer premio y la medalla de oro en la XV Exposición de Educación y Descanso celebrada en Sevilla.
Nada de extraño tiene por tanto que Flores Kaperotxipi, cite a Arzuaga el año 1954 como un pintor emergente y prometedor, como una joven promesa:
“Dentro y fuera de esas exposiciones (se refiere a Noveles), los nombres nuevos que están sonando en estos últimos 18 años que dura mi ausencia son Miguel Angel Arzuaga, Simón Arrieta, Menchu Gal, Echandi, el médico Ansa, Fray Javier de Eulate, Mari Paz Jiménez de Bizcarrondo, Chillida, pintor, y Chillida escultor”.7
Ciertamente la nómina en la que el artígrafo incluye a nuestro pintor, no es aleatoria y baladí, y merece tenerse en cuenta para encuadrar, contextualizar, y valorar así mejor a nuestro personaje.
También Llanos Gorostiza lo cita en su capítulo de Alternativa entre figurativos y abstractos entre los mejores pintores guipuzcoanos junto a Gracenea, Miguel Angel Alvarez, Julio García Sanz, Ana María Parra, Maite Rocandio, y Jesús Montes.8
Hacia el año 1953, Arzuaga expuso en la galería de Mar de Plata de Flores Kaperotxipi junto a reconocidos artistas del siglo XX, exposición que era visitada por casi un millón de turistas:
“Figuran en el catálogo de la exposición preparada por Kaperotxipi, además de telas de su producción, las que firman Juan Zuloaga, G. Ruiz Idarraga, Philippe Veyrin, Ricardo Baroja, José de Bikandi, Ramón Arrúe, J.L. Cruzalegui, Miguel Angel Arzuaga, Félix Muñoa, Pedro Mari de Irujo, Emilio Azarola, José de Arechalde y G. Montes Iturrioz”.9 (ÍNDICE)
El año 1951, el joven pintor, con 26 años fue a París junto a su amigo el pintor José Manuel Setién. Probablemente con una ayuda económica de alguno de los premios de Educación y Descanso. En París, se alojaron en una pensión de Montmartre, encontrada por su amigo Paul, profesor de español que había conocido en Oñati. Pintó mucho y bien y pasó mucha hambre al decir de sus familiares. Volvió una segunda vez a París, donde pintó algunos buenos desnudos, que desaparecieron posteriormente.
De su estancia en París, dirá Flores, que tanto Arzuaga como Setién, volvieron con buenas y muchas enseñanza, y nosotros creemos lo mismo. Su paisaje es más suelto y moderno, y gana en texturas:
“Uno de los nuevos que sabe muy bien por dónde anda es José Manuel Setién. Tiene, además de una gran seguridad en el dibujo, una certera visión del color y tenacidad en el trabajo. Estuvo con el paisajista Miguel Angel Arzuaga, en Paris, volviendo con muy buenas y muchas enseñanzas”.10
El año 1953, junto con Setién, se trasladó también a Roma, hospedándose en la Residencia de los Padres Agustinos, pintando allí entre otros cuadros, el retrato de Monseñor Urquía. A cambio de hospedaje, dejaron varios cuadros.
También pintó en Palma de Mallorca, y en Madrid en unas vacaciones. Estuvo en la pensión de su amigo Manin. Le impresionó el Museo del Prado.
Hacia el año 1957, pidió una excedencia en el Banco y abrió un estudio fotográfico en Oñati, al que pensaba dedicarse. Aprendió el oficio con el fotógrafo alemán Albrecht Schommer Koch (padre de Alberto Schommer, amigo suyo y compañero de esquí) en Vitoria, y trabajaba en este estudio de fotografía de lunes a sábado, viniendo los fines de semana a Oñati, con su familia. Después de fallecer el estudio de Oñati pasó a su hermano pequeño Jesús Mari, fotógrafo profesional.
Un trágico accidente automovilístico, de salida de carretera por admirar el paisaje, cerca de, Gabiria —Gipuzkoa—camino del Goierri, truncó la vida de esta pintor el 5 de octubre de 1960.
De las 154 obras catalogadas hasta el momento, nosotros vamos a ceñirnos principalmente al estudio de las obras datadas, para una mayor fiabilidad de los resultados y para poder observar con mayor certeza su propia evolución diacrónica. La completaremos con obras sin datar, que creemos son interesantes por sus valores creativos y formales, a fin de crear un cuerpo de obra plástica, sólido y coherente.
Paisaje rural 79
urbano 55
marino 5
Retrato 10
Bodegón 5
Técnicas dibujo a tinta china / acuarela / óleo pincel / óleo espátula
Catálogo de obras
Primer período. 1945-50
1945
1947
1948
1949
1950
1951
Comienza en esta Primera etapa a desarrollar y plasmar un paisaje rural de corte postimpresionista, en el que una pincelada ágil y suelta y un colorido suave y engrisado, crea un paisaje cercano al de Echandi y otros autores. Despunta también un cierto fauvismo. Arzuaga comienza por lo tanto como un fino paisajista, adscrito a la mejor tradición vasca de paisaje de tonos y matices que parte de Regoyos y llega hasta nuestros días.
Segundo período. 1950-55
1951
1953
Hay ya en este segundo período o momento de su creación una mayor madurez en la obra, con utilización de la espátula y mayor preocupación por las texturas y el colorido fauvista, herencia de Gauguin y de los fauvistas franceses: Matisse, Vlaminck, Derain... y en el País Vasco de Arteta, Iturrino, Bikandi, Martiarena, Menchu Gal.
Tercer período. 1955-60
1956
1957
1958
1960
Arzuaga es un fino y buen acuarelista, trazando con soltura finas aguadas. Otro tanto sucede con los paisajes al óleo que realiza durante estos últimos años. Son seguros y maduros.
El pintor realiza también dos autorretratos, y varios retratos de amigos, Juanito Ibarrondo, Mari Carmen con libro, pero nosotros creemos que no son lo mejor de su producción, rayando a mayor altura en el paisaje.
Mejores y más interesantes, tanto desde el punto compositivo, como resolutivo, son sus Bodegones: Mochila y botas, con botella y catalejos, Pájaro Martín pescador, Pájaro y jarra, Bodegón. Resultan acertados de composición y bien empastados de color. Es una pena que no realizara más.
Y al margen de su producción datada, quedan bastantes obras, que quizás sean las más interesantes y maduras, tanto iconográficamente como pictóricamente, y que resultan las más avanzadas y novedosas de su producción. Expurguemos unas cuantas:
La mayoría de las Acuarelas demuestran una gran capacidad de observación del paisaje y de síntesis a la hora de plasmarlos. Son la mayoría de ellas de gran calidad y belleza.
En todas ésta obras, Arzuaga se muestra ya maduro y pleno técnicamente, apunta maneras y modos creativos novedosos, en sintonía con el nuevo paisaje que comenzaba a crearse en todo España y en el País Vasco: Benjamín Palencia, Menchu Gal, Ana Mª Parra, Ascensio Martiarena, Gaspar Montes, Ignacio Echandi y muchos otros. Se trata de la reivindicación del paisaje, tras la Guerra civil española, de un paisaje que es madre y solar de hombres y de contiendas, y que los artistas no se atreven a plasmar por imposición de la clase vencedora, y que lo hacen por pura necesidad de pervivencia. Paisaje y retrato, que de lo otro, ya se encargarán ellos. Paisaje rural de la naturaleza y la tierra, paisaje y vistas de los monumentos y arquitecturas de la villa de Oñati. Canto y reivindicación de la tierra y de los monumentos más notables levantados sobre ella. (ÍNDICE)
Aunque la pintura de Miguel Angel Arzuaga, tanto óleos como acuarelas, no poseen líneas de cierre, característica moderna que le honra, no cabe duda que está toda ella sustentada en un dibujo fuerte y potente, que la estructura y articula, de manera adecuada y correcta.
Así lo viene a demostrar la colección de preciosos dibujos a tinta china de la Plaza de San Antón, Paseo de la Universidad, Ayuntamiento de Oñati, que poseen sus familiares, y los modernos y precisos dibujos- ilustraciones que realizó sobre Fuentes de la villa, probablemente a raíz de un artículo que su maestro Vicente Cobreros Uranga publicó en la revista Oñate con ilustraciones del médico y dibujante Agustín Ansa, y otras ilustraciones que realizó sobre personajes notables y diversos temas: José Adriano Lizarralde, Ermita de la Magdalena, Torre de Lazarraga, Hospicio de Vidaurreta, Cueva de San Elías.11
En los dibujos a tinta china, se muestra limpio y preciso en el trazo y en el dominio del espacio blanco y en las manchas en negro. En las ilustraciones para revistas se acerca más a la técnica del grabado, aunque estos sean dibujos, manchándolos con gracia, y dándoles un toque más romántico y de claro oscuro. En los dibujos de Fuentes de Oñati, el concepto del espacio y del claro oscuro es casi fotográfico, muy moderno.
De las ilustraciones que realiza para el libro Florecillas de la Virgen de Aránzazu de Pedro de Anasagasti12 de las que siempre hablan los artígrafos, hemos de reseñar, que tanto las 7 primeras de pequeño tamaño, como las 30 a toda página, poseen un sentido clásico de la composición, el dibujo, y la mancha, tratando de imitar la técnica del grabado sobre linóleum, porque creemos que son dibujos, y en ellos se advierten dos tendencias, los de composición sencilla y reposada, y los de composición más diagonal y dinámica. El dibujante busca efectos diurnos y nocturnos, y plasma escenas de montaña, mar, urbanas, caseras, estando todas ellas cargada de buenos planos, perspectivas, escorzos, y demostrando conocer bien los recursos de la técnica del buril de los dos últimos siglos. Para nuestro gusto destacan entre todas ellas: De un mancebo varonil que cantó Maitines con primor y sustentó con primor a los frailes de Aránzazu, y De cómo la Virgen de Aránzazu podó de brujas y hechiceras el país vasco-navarro. Vuelven a destacar sus grandes dotes de paisajista, que brillan por encima de todo. La portada y contraportada de esta obra lleva una suelta y colorista acuarela del autor que así lo confirman. (ÍNDICE)
Aunque en la catalogación de su obra sólo aparece una obra de carácter religioso, la Resurrección de Cristo, sita en la Parroquia de Oñati, hemos de indicar que también realizó dos pinturas de gran formato, como fondo de altar para las imágenes de San Francisco y la Virgen de Arántzazu en la iglesia del Convento de Santa Ana de la Villa.13 Se trata de dos paisajes de fondo, de Arantzazu y Asís, con su respectivas rocas y murallas, y el lobo Gubbio ante ellas. Pinturas también de corte y sintaxis postimpresionista, que hoy se hallan guardadas, al haberse realizado un nuevo Convento.
En la Resurrección, un Cristo maduro y barbudo, con los estigmas de la pasión, asciende resucitado, con un banderín de triunfo en una mano, y en actitud de bendecir con la otra, sobre dos soldados dormidos, y rodeado por dos ángeles jóvenes. Pintura de matices, más que de contrastes, está empastada en grises y azules, con una perspectiva frontal de las figuras. Tanto en el peticionario como en el ejecutante de la obra, la iconografía denota modernidad y progreso, advirtiéndose los aires renovadores del Concilio Vaticano II.
Arzuaga también realizó algunas esculturas religiosas por encargo: la del Sagrado Corazón para la torre de la Iglesia de los Agustinos, de tres metros de alto, que se ejecutó en cuatro partes, y la Sagrada Familia para el frontal de las Escuelas de Villabuena de Alava/Eskuernaga, por encargo de la Marquesa de Socorro, bienhechora de la escuela, y con posesiones en la villa de Oñati. Tiene una altura de 2 metros. Ambas imágenes son de corte naturalista, y sigue las maneras tradicionales de este tipo de iconografía, probablemente coincidente con los gustos de los demandantes. (ÍNDICE)
Como síntesis y colofón de la vida-obra de Miguel Angel Arzuaga, nos atrevemos a decir, que es un buen e interesante paisajista de Oñati y del País vasco, de las décadas de los 40 y 50 del siglo XX, cuya carrera como pintor, y quizás también como fotógrafo quedó truncada por un funesto accidente de automóvil. Adscrito a corrientes postimpresionistas, con mayor asunción de fauvismo francés, gusto por los colores fuertes, desarrolla un paisaje rural y urbano, que parece desembocar en un paisaje más suelto, expresionista, y colorista, en la línea de Ignacio Echandi, Menchu Gal y Ana Mari Parra, que podía haber dado mucho juego como indican los artígrafos de su tiempo. Interesantes sus bodegones, menos sus figuras.
Como buen dibujante que es, aparece como más suelto y libre en los dibujos, y más clásico en la ilustración de libros y revistas. La faceta de cartelista la desconocemos.
Otras obras:
1 Mauricio FLORES KAPEROTXIPI. Arte Vasco. Ekin. Buenos Aires. 1954. págs. 274-75.
2 Luis de MADARIAGA. Pintores Vascos. Auñamendi, 1971, volm. I, pág.68. LLANOS GOROSTIZA. Pintura Vasca, Neguri, 1980, pág. 173. Miguel Angel MARRODAN. Diccionario De pintores vascos, volm. I Beramar, 1989. Pág.118.
3 Pilar ARZUAGA y Juan Mari IBARRONDO han catalogado hasta este momento 154 obras, en su mayoría óleos, acuarelas y dibujos a tinta china.
4 Los datos biográficos han sido facilitados casi en su mayoría por el Clan Familiar Arzuaga-Lasagabaster respondiendo a un cuestionario previo enviado por mi.
5 M. FLORES KEPEROTXIPI. O.c. pág. 274.
6 Hay documentación de cartas entre M.A. Arzuaga y Flores Kaperotxipi al respecto.
7 Ibidem. o.c. págs. 207-209.
8 LLANOS GOROSTIZA. Pintura Vasca. Neguri. 1980.
9 M. FLORES KAPEROTXIPI. O.c, págs., 289-290.
10 Ibidem, pág. 233.
11 Revista Oñate. Año 1951. Colección Patxi Hipólito.
12 Ejemplar encontrado en la Biblioteca de los Franciscanos de Atocha, Donostia-San Sebastián.
13Autores varios. Inventario Histórico Artístico del Valle de Oñati. Boletín de la Biblioteca Municipal Nº 11. Vitoria, 1982, pág. 300.
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